El Vía Crucis de las mujeres en Carlos Paz: crimen impune y depravado en libertad
En marzo de 2015, encontraron el cuerpo de Andrea Castana en un cerro de la Villa, lugar al que solía pasear. Ocho años después, se descubren similitudes genéticas con tres ataques más en la misma zona durante 2004 y 2005. Actualmente, se busca a un sospechoso con cicatriz facial y labio leporino. ¿Podría este hallazgo resolver finalmente el caso?
Tl;dr
- El asesinato de Andrea Castana en Carlos Paz en 2015 sigue sin resolver.
- Las pruebas de ADN podrían ligar el crimen a un violador serial.
- La familia de Andrea critica la gestión de las investigaciones.
- El FBI podría colaborar en la ampliación del patrón genético del sospechoso.
El asesinato sin resolver de Andrea Castana
El recuerdo del asesinato de Andrea Castana, ocurrido en Carlos Paz en marzo de 2015, sigue perturbando a la comunidad local. Después de desaparecer tras dejar a sus hijos en la escuela, el cuerpo de Andrea, de 35 años, fue encontrado dos días después. Había sido violada y estrangulada, un crimen que aún permanece sin resolver.
Las dudas sobre la investigación
Inicialmente, la Justicia consideró varias hipótesis, entre ellas un crimen por encargo, un ataque al azar y una cuestión personal. El exmarido de Andrea fue detenido pero liberado cuando se confirmó su coartada. Pasaron ocho años y medio sin pistas firmes ni detenidos, hasta que una prueba de ADN reavivó la investigación, apuntando a un violador serial que había atacado a otras tres mujeres antes de asesinar a Castana.
Estos casos previos habían sido archivados por el fiscal de ese momento, Gustavo Marchetti. Los familiares de la víctima cuestionaron esta decisión. “Es muy llamativo que no se le haya dado importancia, no se pueden ignorar cuatro casos de violación más uno de asesinato”, declaró Guillermo Castana, tío de Andrea.
El perfil del sospechoso
Se cree que el sospechoso, ahora de unos 50 años, tiene una cicatriz en el lado derecho de su rostro y labio leporino. Sin embargo, a pesar de la descripción y las coincidencias de ADN, el sospechoso sigue sin ser identificado.
La abogada de la familia, Daniela Pavón, ha confirmado que la investigación está en curso y se están realizando más pruebas de ADN. Además, se ha solicitado un análisis para ampliar el patrón genético del sospechoso, que podría realizarse en EE.UU. “El FBI se encarga de este tipo de casos cuando la víctima es norteamericana, pero se interesaron por el caso de Andrea”, explicó Guillermo.
Opinión editorial
El caso de Andrea Castana es un doloroso recordatorio de la importancia crucial de una investigación exhaustiva y eficaz en casos de agresión sexual y asesinato. La posibilidad de que un violador serial haya podido continuar sus ataques debido a una investigación insuficiente es inquietante. Es esencial que se haga justicia para Andrea y todas las víctimas de este presunto delincuente. La colaboración internacional en la ampliación del patrón genético es un paso prometedor en la dirección correcta.