El sueño de vivir del fútbol truncado: un policía mata a un joven por la espalda, su entrenador y familia recuerdan
El 19 de marzo concluirá en Córdoba el juicio al oficial que disparó su arma, enfrentando una posible condena de 14 años de cárcel. ¿Cuál será el veredicto final?
Tl;dr
- El joven futbolista Rodrigo Sánchez fue asesinado por un policía.
- Rodrigo intentó robar una cartera y fue asesinado por el policía Luca Gastón Carranza.
- El policía tenía problemas de drogadicción y continuó en la fuerza.
- La madre de Rodrigo lucha por justicia y por el descanso de su hijo.
Un Sueño Interrumpido: La Tragedia de Rodrigo Sánchez
El 19 de septiembre de 2015 se convirtió en un día fatídico para Gabriela Sanso, madre del joven futbolista Rodrigo Sánchez, quien fue asesinado brutalmente por Luca Gastón Carranza, un policía, en la ciudad de Córdoba.
El Futbolista en Potencia
Rodrigo, con solo 17 años, soñaba con convertirse en futbolista profesional. Jugaba como defensor central y su talento no pasaba desapercibido; se decía que tenía cualidades similares al reconocido Cuti Romero. “Rodrigo era un gran compañero, muy atento, solidario, alegre y divertido”, relató su madre, Gabriela. El Club Deportivo Alberdi y Talleres estaban interesados en él.
El desafortunado día
Aquel día, Rodrigo intentó robar una cartera. Carranza, el policía que estaba fuera de servicio y vestido de civil, le disparó por la espalda a menos de tres metros. No intentó detenerlo, simplemente disparó. “Mi hijo se equivocó y pagó con la vida”, lamentó Gabriela. La investigación posterior reveló que el policía había consumido cocaína, marihuana y benzodiazepina.
La Lucha por Justicia
Después de casi nueve años, Gabriela sigue luchando por justicia para su hijo. Ha tenido que enfrentar la desaparición de pruebas importantes, amenazas y una falta de apoyo constante. “El sistema falló con mi hijo”, dijo Gabriela. La familia espera la sentencia en el juicio al policía acusado.
Opinión editorial
El caso de Rodrigo Sánchez es un doloroso recordatorio de los fallos de nuestro sistema judicial y de seguridad. Es un grito ensordecedor que clama por justicia, por cambios reales en nuestras instituciones y por un mejor futuro para nuestros jóvenes. En memoria de Rodrigo y de tantos otros, es nuestro deber como sociedad actuar y exigir estos cambios.