El noroeste bonaerense enfrenta pérdidas en cultivos y una posible reducción del 50% en siembra de trigo
La rentabilidad del sector se ve amenazada por la caída de los precios internacionales y las retenciones. Dante Garciandía, productor, presentó cifras que evidencian los márgenes negativos. ¿Cómo puede el sector superar este desafío?
Tl;dr
- La siembra de trigo podría reducirse hasta un 50% en 2024/25.
- El clima y la sequía amenazan los cultivos en Argentina.
- La cebada y soja de segunda son los únicos cultivos rentables.
- El precio internacional y los aranceles afectan negativamente la rentabilidad.
El desafío de la agricultura argentina
Los agricultores argentinos se enfrentan a un panorama desalentador. Según Dante Garciandía, productor agrícola en Carlos Tejedor, en el noroeste bonaerense, la siembra de trigo para la próxima campaña 2024/25 podría reducirse hasta en un 50%. Estas cifras alarmantes se deben a diversos factores que están afectando negativamente a la industria agrícola.
El impacto del clima
El clima juega un papel crucial en la producción agrícola. Aunque las recientes lluvias han sido beneficiosas para la siembra, “los pronósticos siguen dando que vamos a tener una campaña con sequía en la zona”, menciona Garciandía. Esta amenaza climática podría tener consecuencias devastadoras para los cultivos principales del país.
La rentabilidad de los cultivos
No todos los cultivos son igualmente rentables. Según el análisis de Garciandía, salvo la cebada y la soja de segunda, el resto de los cultivos que se siembran en la zona presentan renta negativa en campo arrendado. Esto significa que los agricultores están perdiendo dinero con la mayoría de sus cultivos.
El peso de los aranceles y el precio internacional
Además de los desafíos climáticos y de rentabilidad, los agricultores argentinos también se enfrentan a los aranceles de exportación y los bajos precios internacionales. Para el trigo, Garciandía sostiene que “el gran problema hoy es el mal precio internacional”. Para la soja, el mayor impacto vendría de una eliminación de los aranceles de exportación, que actualmente se encuentran al 33%.
Opinión editorial
A pesar de este panorama desalentador, la resiliencia del sector agrícola argentino no debe subestimarse. Los agricultores del país han demostrado una y otra vez su capacidad para adaptarse a situaciones difíciles. Aunque la eliminación de los aranceles y la mejora de los precios internacionales serían beneficiosos, no son la única solución. Los productores también deben buscar formas de innovar y diversificar sus cultivos para garantizar su supervivencia a largo plazo.