El misterioso padecimiento de Carlos III, ¿amenaza su reinado y relación con los británicos?
El Palacio de Buckingham ha confirmado que el rey está luchando contra el cáncer. Su vida ha estado llena de conflictos, desde su agitado matrimonio con Diana hasta su reciente enfrentamiento con su hijo Harry. ¿Cómo afectará esto a la familia real?
Tl;dr
- Carlos III, rey del Reino Unido, padece de cáncer.
- Ha tenido una vida marcada por escándalos y baja popularidad.
- El rey Carlos III asumió el reinado a los 73 años.
- El príncipe William, su hijo, es más popular que él.
Carlos III: un rey en la sombra
Siempre a la sombra de figuras más carismáticas, el rey Carlos III del Reino Unido ha sido un personaje complejo. Largamente eclipsado por la popularidad de su madre, la reina Isabel II, y marcado de manera indeleble por su tumultuoso matrimonio con la querida princesa Diana, vive momentos de incertidumbre tras una reciente noticia.
Una salud en jaque
El Palacio de Buckingham ha anunciado que el monarca padece de un tipo de cáncer aún no especificado. La noticia llega tras un procedimiento quirúrgico al que fue sometido en enero por un agrandamiento benigno de la próstata. El diagnóstico ha sacudido al Reino Unido, donde la figura del rey ya había sufrido tras su escasa popularidad y los numerosos escándalos que han jalonado su vida.
El legado de Diana
La relación fría y complicada con Diana, madre de sus dos hijos, William y Harry, ha dejado una huella imborrable en el recuerdo de los británicos. Su hijo menor, Harry, rompió lazos con la corona y se trasladó a vivir a Estados Unidos, sumando otro golpe a la ya frágil imagen de Carlos III. Sin embargo, se espera que este último acontecimiento genere un efecto de empatía hacia el rey.
William, el mayor de los hijos y heredero del trono, “es mucho más popular que su padre. Además, es el hijo de Diana y se parece a ella”, apunta la historiadora Natalia Sobrevilla.
Opinión editorial
Carlos III representa un trono en transición, un monarca que nunca logró salir de la sombra de las figuras que le rodeaban. Su lucha contra el cáncer podría humanizarle ante los ojos de su pueblo, pero también subraya la necesidad de mirar hacia el futuro de la monarquía británica. La popularidad de William, y su potencial para renovar la imagen de la corona, puede ser la chispa que necesite la monarquía para mantenerse relevante en tiempos cambiantes.