El Gobierno autoriza a los médicos a recomendar marcas de medicamentos tras modificar un mega DNU
La publicación en el Boletín Oficial del lunes establece que solo las farmacias podrán vender medicamentos, a excepción de los antiácidos y analgésicos que podrán ser vendidos en otros establecimientos. ¿Cómo impactará esto en los consumidores?
Tl;dr
- El gobierno modificó un DNU para permitir a los médicos sugerir marcas en recetas.
- Los establecimientos no farmacéuticos solo pueden vender antiácidos y analgésicos.
- Estos lugares deben tener un espacio especial para medicamentos y cumplir con ciertas condiciones.
- El Gobierno de Javier Milei hizo estos cambios tras críticas de la ANM y otras entidades médicas.
El Gobierno permite a los médicos sugerir marcas en las recetas
En un nuevo giro, el Gobierno ha publicado el decreto 63/2024 en el Boletín Oficial, a través del cual se modifica un artículo del mega DNU firmado por Javier Milei. Esta modificación permite a los médicos sugerir marcas comerciales en sus recetas, cambiando el curso de las normas previas.
Restricciones para los establecimientos no farmacéuticos
Los establecimientos que no están habilitados como farmacias se enfrentan a nuevas restricciones. Según el decreto, estos lugares solo podrán vender antiácidos y analgésicos, y deberán tener un espacio específico para almacenar estos medicamentos. La normativa estipula que este espacio debe ser “separado e independiente de otros productos comercializados por el establecimiento”, y debe cumplir con ciertos requisitos de higiene, seguridad, limpieza, amplitud, luz y ventilación.
Repercusiones y respuestas a las modificaciones
Estos cambios se producen después de las fuertes críticas que recibió el Gobierno de la Academia Nacional de Medicina (ANM) y otras entidades médicas sobre las normas establecidas en el Decreto de Necesidad y Urgencia. La ANM, en particular, argumentó que “en la Argentina no existen pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad en la gran mayoría de los productos farmacéuticos”, sosteniendo que estas pruebas son esenciales para garantizar la eficacia de un producto farmacéutico.
Opinión editorial
Es innegable que estas modificaciones marcan un punto de inflexión en la política de salud de nuestro país. Sin embargo, es importante recordar que los cambios, aunque necesarios, deben realizarse con precaución y teniendo en cuenta las repercusiones a largo plazo. La salud de los ciudadanos debe ser siempre la prioridad, y cualquier cambio en la política farmacéutica debe considerar cuidadosamente el equilibrio entre la accesibilidad y la seguridad de los medicamentos.