El encuentro inicial de Victoria Vannucci y Matías Garfunkel
Tras su separación, el empresario y la modelo no poseían bienes inmuebles, pero iniciaron una feroz batalla por la custodia de sus hijos, recordando la impresionante vida que disfrutaron juntos. ¿Cómo se resolverá este conflicto?
Tl;dr
- Victoria Vannucci y Matías Garfunkel vivieron una vida llena de lujos y excentricidades.
- La pareja se separó por problemas personales y financieros.
- Se produjo una batalla judicial por la custodia de sus hijos.
- Vannucci mantiene económicamente a sus hijos y a su exmarido.
De la opulencia al enfrentamiento
La vida de Victoria Vannucci y Matías Garfunkel ha sido una montaña rusa de emociones y acontecimientos. Desde su encuentro en la Quinta Avenida de Nueva York en 2010, vivieron una vida llena de lujos y extravagancias, incluyendo polémicos safaris de caza y orgías.
La ex cantante de la banda Electrostar, se convirtió al judaísmo y se casó con Garfunkel en 2012. Pero detrás de las lujosas fachadas, como su impresionante vestidor con 300 pares de zapatos, empezaron a surgir problemas.
Descenso a la controversia
La simpatía o admiración que la pareja pudo haber despertado en sus inicios, se evaporó cuando se filtró una imagen de ellos junto a un león muerto durante un safari de caza en África en 2016. Mientras tanto, el empresario y su socio desmantelaron el grupo periodístico Veintitrés, dejando a sus empleados sin salario.
A pesar de los problemas, la pareja continuó disfrutando de una vida de lujos y excesos en Miami, con fotos de alto voltaje erótico que circulaban por todo el mundo.
Divorcio y batalla por la custodia
Sin embargo, la vida en Estados Unidos no funcionó para Vannucci. Tras una depresión y ataques de pánico, pidió el divorcio a Garfunkel en 2019. En medio de la batalla judicial por la custodia de sus hijos, “Indiana y Napoleón”, la modelo terminó en prisión y alejada de sus hijos durante una semana. Finalmente, la justicia falló a su favor.
Opinión editorial
La historia de Victoria Vannucci y Matías Garfunkel es un claro recordatorio de que la riqueza material no garantiza la felicidad ni evita los problemas. Su tumultuosa relación es un ejemplo de cómo los excesos y la falta de responsabilidad pueden llevar a situaciones complicadas y dolorosas. Es esencial aprender de estos errores y tratar de encontrar un equilibrio en la vida, priorizando el respeto y la empatía por los demás sobre todo lo demás.