Diputada neozelandesa renuncia tras robar en tiendas de ropa, alegando estrés
Esta legisladora pertenece al Partido Verde y ha sido objeto de duras críticas y amenazas debido a su apoyo a la causa palestina. ¿Que medidas tomará para enfrentar esta situación?
Tl;dr
- La diputada neozelandesa Golriz Ghahraman renuncia tras acusaciones de robo.
- Atribuye su comportamiento al estrés laboral y problemas de salud mental.
- Los robos supuestamente ocurrieron en tiendas de lujo en Auckland y Wellington.
- Ghahraman ha sufrido amenazas continuas de violencia y muerte.
Una sorpresiva renuncia
La reconocida diputada neozelandesa Golriz Ghahraman, primera refugiada en ocupar un cargo en el Parlamento del país, ha presentado su renuncia este martes. Esta decisión surge después de que la policía la acusara de sustraer prendas de vestir en dos prestigiosas tiendas de ropa.
El estrés laboral como detonante
Ghahraman, de 42 años, ha justificado su comportamiento alegando que el estrés severo de su cargo ha deteriorado su salud mental. “Mi salud mental se está viendo gravemente afectada por el estrés relacionado con mi trabajo, lo que me ha llevado a actuar de una manera completamente fuera de lugar”, explicó en un comunicado.
Un historial de amenazas
Además de lidiar con las demandas de su cargo, la diputada ha sido objeto de amenazas continuas de violencia sexual, física y de muerte, desde que fue elegida, según palabras de James Shaw, colíder del Partido Verde. Esta situación ha intensificado el estrés que ha acompañado a Ghahraman durante sus seis años en el Parlamento.
La legisladora, que nació en Irán y se trasladó a Nueva Zelanda como refugiada siendo niña, ha tenido una destacada carrera como abogada de derechos humanos para la ONU y en tribunales penales internacionales. Sin embargo, este último incidente ha empañado su trayectoria y ha provocado su decisión de retirarse de la política para atender su salud mental.
Opinión editorial
La historia de Ghahraman es un claro recordatorio de que detrás de cada figura pública hay un ser humano. En su caso, uno que ha tenido que enfrentar un nivel de estrés y amenazas inaceptable. Su salida del Parlamento, aunque lamentable, destaca la necesidad de abordar de manera más efectiva el bienestar mental de nuestros líderes políticos.