Despido del Secretario de Trabajo revela conflicto interno en el equipo de Milei
Se sugiere desde un sector de la Casa Rosada que Omar Yasín simplemente fue utilizado como chivo expiatorio. En esta contienda, el grupo leal a Nicolás Posse se ha fortalecido, logrando proteger a dos de sus funcionarios. ¿Cómo afectará esto la dinámica política futura?
Tl;dr
- Conflicto interno en el Gobierno tras escándalo de aumento de sueldos.
- El secretario de Trabajo, Omar Yasín, fue despedido como chivo expiatorio.
- Disputa de poder entre Nicolás Posse y Sandra Pettovello.
- Posse busca reemplazar a Yasín con un empresario o abogado.
Conflicto interno en el Gobierno
Recientes revelaciones han expuesto un conflicto en el seno del Gobierno a raíz de un escándalo provocado por el aumento de sueldos en el Gabinete. Parece ser que la destitución del secretario de Trabajo, Omar Yasín, no fue más que un intento de desviar la atención de una intensa disputa entre Nicolás Posse, jefe de Gabinete, y Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano.
Despido de Yasín: un chivo expiatorio
El presidente, enervado por un “error” que resalta las contradicciones en su discurso anti-élite, anunció públicamente el despido de Yasín. Sin embargo, este “error” que provocó la ira del presidente no fue realmente cometido por Yasín, sino que fue el resultado de un decreto de la expresidenta Cristina Kirchner que ligaba los aumentos salariales de los altos cargos del Estado a los de los trabajadores de la administración pública.
Una disputa de poder subyacente
Pero, según fuentes cercanas, el verdadero motivo de la caída de Yasín fue una disputa de poder entre Posse y Pettovello. A pesar de las negaciones oficiales, Yasín, un funcionario que respondía a Pettovello y que tenía a su cargo las relaciones con los sindicatos, fue despedido a petición de Posse.
El futuro del Gabinete
Con su influencia reforzada, Posse ahora busca colocar a un empresario o un abogado vinculado a los empresarios en el lugar de Yasín para fortalecer el discurso contra los sindicatos.
Opinión editorial
Este escándalo, que ha dejado al descubierto las luchas de poder dentro del Gobierno, es un sombrío recordatorio de que la transparencia y la responsabilidad son esenciales en la política. Es imperativo que los funcionarios públicos actúen con integridad y sean responsables de sus acciones, y no que busquen chivos expiatorios para desviar la atención de sus errores.