Despido del Jefe de Seguridad Presidencial, Alejandro Guglielmi, por el Gobierno
Durante los últimos cuatro años, fue el jefe de seguridad en la sede del Ejecutivo, además de ser el titular de Casa Militar. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, fue quien sugirió su nombramiento. ¿Cómo afectará esta decisión su carrera?
Tl;dr
- Jefe de Casa Militar, Alejandro Guglielmi, despedido por el Gobierno.
- Decisión tomada por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
- Sebastián Ibáñez podría ser el posible reemplazo.
- Guglielmi podría pasar a retiro tras su remoción.
Cambio en la Casa Militar
En una movida inesperada, el Gobierno ha destituido al jefe de la Casa Militar, Alejandro Guglielmi. Este cambio en la estructura de seguridad presidencial ha sido impulsado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Hasta el momento no se ha emitido un comunicado oficial al respecto.
La destitución de Guglielmi
Guglielmi, quien se mantuvo en su puesto hasta este viernes, tenía a su cargo la seguridad del Presidente Javier Milei. Según fuentes del gobierno, la decisión de la hermana del Presidente, Karina Milei, tuvo como objetivo “reemplazar ese lugar por alguien de su confianza”.
Potencial sucesor
El nombre de Sebastián Ibáñez figura como el posible sucesor de Guglielmi. Ibáñez, también coronel mayor y exjefe de la Brigada de Montaña del Ejército en la guarnición Salta, visitó la Casa Rosada días atrás, lo que ha alimentado las especulaciones sobre su posible nombramiento.
El futuro de Guglielmi
Guglielmi, quien ocupaba el cargo desde la presidencia de Mauricio Macri y luego Alberto Fernández lo mantuvo en el cargo, podría pasar a retiro tras su destitución. A pesar de que el expresidente Fernández propuso su ascenso al rango de general, su candidatura no logró acuerdos en el Senado debido a la resistencia de Cristina Kirchner.
Opinión editorial
Este cambio en la Casa Militar es una clara muestra de la dinámica de poder en la administración. En este caso, queda de manifiesto el peso decisivo de la confianza personal en los nombramientos de altos cargos. La seguridad presidencial es un pilar fundamental y estos cambios deben ser gestionados con la máxima prudencia.