Desesperación tras el robo del dispositivo de control para su chip cerebral contra Parkinson
Belinda, de 62 años, ha padecido una enfermedad durante más de 20 años que fue diagnosticada como distonía parkinsoniana en 2022. A pesar de haberse sometido a una cirugía de alta complejidad en enero, durante un viaje a Mar del Plata, le robaron un dispositivo valorado en más de 43 mil dólares. ¿Cómo puede Belinda enfrentar ahora esta situación?
Tl;dr
- Belinda Bruno sufre de distonía parkinsoniana, y su controlador médico fue robado.
- El controlador cuesta 43.000 dólares y es vital para su salud.
- El robo ocurrió durante un viaje en tren a Mar del Plata.
- Belinda pide ayuda para recuperar su controlador.
Una tragedia inesperada
“Están volviendo los síntomas”, estas palabras llenas de angustia pertenecen a Belinda Bruno. Hace un año y medio, fue diagnosticada con distonía parkinsoniana, una condición neurológica que requiere un cuidado constante. En enero de este año, se sometió a una cirugía de alta complejidad que le permitió mantener sus síntomas bajo control. Sin embargo, su vida dió un giro inesperado cuando su controlador médico, valorado en US$43.000, fue robado.
El robo que cambió todo
El 12 de marzo, Belinda subió a un tren en Constitución con destino a Mar del Plata. Durante el viaje, se mantuvo siempre cerca de su maletín, en el que guardaba su preciado controlador. Pero en un instante de distracción, el maletín desapareció. “Era alguien que estaba arriba del tren y se bajó”, pensó Belinda.
A pesar de sus esfuerzos para denunciar el robo, las autoridades parecían no tomar en serio la gravedad de la situación. La policía en la estación no reaccionó y la instruyó a que presentara una denuncia en la comisaría.
Los síntomas se intensifican
Desde el robo, los síntomas de Belinda han vuelto con fuerza. La angustia de no saber si podrá recuperar su controlador se suma a sus dolores físicos. La operación que le realizaron consistió en una estimulación profunda en el cerebro, y el dispositivo robado era esencial para regular los parámetros de los electrodos. Ahora, Belinda debe enfrentar la posibilidad de tener que adquirir un nuevo controlador, un gasto que no puede asumir.
Opinión editorial
Este caso lamentable nos recuerda la importancia de la empatía y la solidaridad. La desesperación de Belinda es un llamado a la acción, no solo para recuperar su controlador, sino para que todos tomemos conciencia de las dificultades que enfrentan las personas con afecciones médicas graves. Esperamos sinceramente que este artículo motive a las autoridades a tomar medidas y a la sociedad a colaborar en la búsqueda del controlador de Belinda.