Descubriendo el despido de Guglielmi: Secretos tras bastidores en la seguridad presidencial
La sorpresiva decisión de la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, de remover al exjefe de la Casa Militar, dejó a todos desconcertados. Aunque todavía estaría cumpliendo funciones ya que su destitución no se ha hecho oficial. ¿Qué sucederá a continuación?
Tl;dr
- Alejandro Guglielmi, jefe de la Casa Militar, es removido de su puesto.
- La decisión fue sorpresiva y tomada poco antes de un acto oficial.
- Se busca una figura de confianza, como el coronel mayor Sebastián Ibáñez.
- Ibáñez asumiría el cargo, encargado del cuidado de las sedes presidenciales.
Un cambio sorpresivo en la Casa Militar
Alejandro Guglielmi, hasta el pasado viernes jefe de la Casa Militar, ha sido apartado de su cargo de manera inesperada. Guglielmi, quien había mantenido su puesto durante las presidencias de Mauricio Macri y Alberto Fernández, fue removido de su cargo durante la administración de Javier Milei, generando consternación entre colegas y allegados.
La decisión inesperada
La decisión de desplazar a Guglielmi se tomó en las últimas horas y fue tan repentina que el hasta entonces jefe de la Casa Militar tenía programado asistir a un acto oficial como parte de sus deberes. Sin embargo, poco antes del evento, se enteró de su destitución. A pesar de ello, se esperaba que asistiera porque su salida aún no se había oficializado.
La búsqueda de una figura de confianza
Según lo informado por TN, la salida de Guglielmi se debe a la búsqueda de una figura de mayor confianza para el entorno del presidente, en particular, alguien que cuente con la aprobación de la hermana del mandatario. La persona que cumple con estos requisitos es el coronel mayor Sebastián Ibáñez, quien desde 2012 se desempeñó como jefe del Grupo de Artillería Blindado 1 de Azul y en 2016 se convirtió en el edecán del presidente Macri.
El nuevo jefe de la Casa Militar
Ahora, con la salida de Guglielmi, se espera que Ibáñez asuma el cargo. La Casa Militar, bajo el mando del nuevo jefe, seguirá teniendo a cargo la seguridad de las sedes presidenciales, tanto la Casa Rosada como la Quinta presidencial de Olivos, y contará con el apoyo del Regimiento de Granaderos a Caballo del Ejército, un edecán de Ejército, naval, aeronáutico, de la agrupación técnica y de Seguridad e Inteligencia.
Opinión editorial
Este cambio en la Casa Militar es un recordatorio de la naturaleza volátil de los puestos de poder. En una época de incertidumbre, la confianza y la lealtad son más valiosas que nunca. Sin embargo, la decisión de cambiar abruptamente el liderazgo puede tener consecuencias imprevistas. Es importante recordar que, aunque los rostros pueden cambiar, las responsabilidades y los desafíos permanecen. La seguridad del presidente y la protección de nuestras instituciones deben ser siempre nuestra máxima prioridad.