Del sueño a la pesadilla: El parricidio en la mansión de Elton John de la ‘familia feliz’
A la edad de 21 y 18 años, Lyle y Erik cometieron un parricidio que sacudió a Estados Unidos. A pesar de sus intentos por encubrir el delito, un error resultó en su condena a cadena perpetua, aunque podrían obtener su libertad tras 27 años debido a un giro inesperado en el caso. ¿Podrán realmente salir en libertad?
Tl;dr
- Lyle y Erik Menéndez asesinaron a sus padres en 1989.
- Alegaron abusos de su padre como motivo, pero fueron condenados a cadena perpetua.
- José Menéndez, el padre, era un inmigrante cubano exitoso en Estados Unidos.
- Una nueva denuncia podría cambiar el curso del caso.
El asesinato que conmocionó a Beverly Hills
La noche del 20 de agosto de 1989, un llamado al 911 desgarró el silencio de la opulenta Beverly Hills. “¡Alguien mató a mis padres!”, exclamó con desesperación Lyle Menéndez. Junto a su hermano Erik, encontró a su madre y padre brutalmente asesinados en su hogar. La policía confirmó el horror: José Menéndez, el padre, con cinco impactos de bala; Kitty, la madre, con nueve.
El sueño americano manchado de sangre
José Menéndez había llegado a Estados Unidos desde Cuba siendo un adolescente, en busca de un futuro mejor. Con esfuerzo, logró destacarse en natación y ganó una beca universitaria. Más tarde, abandonó la universidad para casarse y se mudó a Nueva York, donde inició su carrera en contabilidad. Su arduo trabajo y habilidad para los negocios le permitió alcanzar un gran éxito, llegando a trabajar con artistas reconocidos y viviendo en una mansión en Nueva Jersey. Sin embargo, este “sueño americano” terminó abruptamente en 1989, cuando él y su esposa fueron asesinados en su casa de Beverly Hills.
Un juicio mediático y una condena
Los hermanos Menéndez fueron acusados de parricidio. Al principio, apuntaron a una banda de mafiosos como los responsables, pero sus extravagantes gastos después de la muerte de sus padres levantaron sospechas. Durante el juicio, admitieron haber matado a sus padres, pero alegaron haber sufrido abusos por parte de su padre. Sin embargo, no lograron convencer al jurado y fueron condenados a cadena perpetua.
Opinión editorial
El caso de los Menéndez es una historia escalofriante que provoca una reflexión profunda sobre la familia y la justicia. Independientemente de las circunstancias, no se puede pasar por alto el hecho de que dos jóvenes tomaron la decisión de asesinar a sus padres. Sin embargo, si las acusaciones de abuso son ciertas, también es un recordatorio de que hasta las familias más adineradas y exitosas pueden ocultar oscuros secretos. Esperamos que, si hay nueva evidencia, se pueda arrojar luz sobre este caso y se haga justicia, sea cual sea la verdad.