Cobra la mínima jubilación pero gana más cantando en el Obelisco: ‘Haciendo esto llego a fin de mes’
Julia, una mujer de 72 años, se sitúa en la icónica esquina porteña de jueves a domingo para costear su comida y medicamentos. En una conversación con TN, describe este lugar como su "teatro". ¿Cómo llegó a esta situación?
Tl;dr
- Ámbar Ayelén Imoberdoff, conocida como Julia, canta en el Obelisco.
- Julia es jubilada y canta para llegar a fin de mes.
- Julia vive en Guernica y canta en Avenida 9 de Julio y Avenida Corrientes.
- Julia comenzó a cantar para poder comprar un medicamento necesario para su salud.
Un escenario bajo el Obelisco
Ámbar Ayelén Imoberdoff, una jubilada de 72 años, ha convertido la intersección de la Avenida 9 de Julio y la Avenida Corrientes en su escenario personal. Conocida por su nombre artístico, Julia, canta para los transeúntes que se detienen a escuchar su repertorio. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión.
La voz de Julia
Julia se viste de figura para su público, con su carrito, su parlante y su micrófono. “Hace un año y medio que estoy cantando acá, en este lugar que es muy bonito y en donde la gente es apacible. Se prenden con todo lo que yo hago. Esta es mi felicidad”, expresó a TN. A pesar de sus problemas de salud, Julia canta con el corazón, llevando alegría a los que la escuchan.
Sueños y realidad
Julia llegó a Buenos Aires cuando era joven, con sueños de cantar y convertirse en una estilista famosa. Sin embargo, la vida la llevó por otro camino. Trabajó en un hotel, estudió para ser chef y trabajó en restaurantes durante casi 40 años. Ahora, se dedica a lo que siempre soñó, cantar, aunque sea en una esquina y no en un gran teatro.
Un canto para la supervivencia
No todo es glamour en la vida de Julia. El canto es su sustento. Con una jubilación mínima y la necesidad de comprar un medicamento que cuesta $35.000, Julia ha encontrado en su arte una forma de sobrevivir. “Acá la gente es muy generosa gracias a Dios. Durante un fin de semana puedo llegar a ganar $60.000. Gano más haciendo esto”, declaró.
Opinión editorial
La historia de Julia es un recordatorio de que nunca es tarde para seguir nuestros sueños, incluso si las circunstancias nos obligan a hacerlo de formas inesperadas. Es una lección de resiliencia y pasión, una mujer que ha optado por enfrentar las adversidades con valentía y una sonrisa. Julia nos enseña que, a veces, el escenario más grande no es aquel con luces brillantes y aplausos ensordecedores, sino aquel donde se puede compartir el amor por lo que uno hace y recibir a cambio el cariño de quienes nos rodean.