Chats evidencian que Chocolate Rigau recolectaba fondos para los líderes Albini
Según un amplio documento difundido por la justicia el lunes, el puntero percibía mensualmente 200.000 pesos y reportaba a los líderes políticos. ¿Qué implicaciones tendrán estas revelaciones?
Tl;dr
- El celular de Julio Rigau reveló una red de corrupción.
- Rigau recaudaba sueldos de supuestos empleados de la Legislatura bonaerense.
- Los dirigentes Claudio y Facundo Albini, presuntamente involucrados.
- La fiscal Betina Lacki está a cargo de la investigación.
Una red de corrupción al descubierto
Un escándalo de corrupción ha sacudido a la Legislatura bonaerense. El teléfono móvil de Julio “Chocolate” Rigau, apresado mientras retiraba dinero con múltiples tarjetas de empleados contratados por el parlamento provincial, ha desvelado un entramado de recaudación de sueldos de supuestos trabajadores.
Los Albini, bajo sospecha
De las conversaciones encontradas en el dispositivo de Rigau, surge que este cobraba una considerable suma de 200.000 pesos mensuales por los sueldos y rendía cuentas a los políticos Claudio y Facundo Albini, padre e hijo respectivamente. El último, concejal platense y candidato de Unión por la Patria, parece tener un papel fundamental en esta red.
Los problemas entre Rigau y Albini
El sistema de recaudación de sueldos comenzó a tener problemas, lo que derivó en una tensa relación entre Rigau y Albini. “Te llevás 200 por mes hace 3 años y cuando te necesito no estás. Siento que me estás faltando el respeto a mí y a la amistad que tenemos”, le reprochó Albini a Rigau en un mensaje de texto.
La fiscal Betina Lacki, encargada de la investigación, tiene la tarea de determinar el papel de cada uno en esta organización, identificar a los líderes y subordinados. Facundo Albini y su padre, Claudio, serían dos de los presuntos jefes de la banda.
Opinión editorial
Este caso pone de manifiesto la necesidad de mayor transparencia y controles más rigurosos en la administración pública. Es crucial para la confianza ciudadana que los responsables rindan cuentas de sus acciones. La corrupción no solo menoscaba la integridad de nuestras instituciones, sino que también desvía recursos que podrían destinarse al bienestar de la población.