Cande Tinelli y Coti Sorokin: Escándalo y críticas en un bar madrileño
La pareja vivió un momento incómodo en "Lamucca" tras ser señalada por supuestamente negarse a pagar sus copas de vino. Un cliente que estaba cerca describió la tensa interacción que tuvieron con el camarero y los expuso en “X”. ¿Qué te parece esta situación?
Tl;dr
- Cande Tinelli y Coti Sorokin, acusados de no pagar en un restaurante madrileño.
- Un usuario de redes sociales criticó duramente a los artistas argentinos.
- Sorokin habría intentado impresionar al camarero con su fama sin éxito.
- Tinelli negó las acusaciones y criticó la mala atención del restaurante.
Acusaciones y críticas en redes sociales
Un incidente en un restaurante de Madrid ha puesto en el ojo del huracán a la pareja argentina compuesta por Cande Tinelli y Coti Sorokin. Según las acusaciones de un usuario de redes sociales, los artistas se negaron a pagar sus copas de vino.
Descripción lapidaria
Las críticas no se limitaron a este incidente. El usuario, identificado como @SaizPa, “habló sobre el impactante momento que le tocó presenciar” y proporcionó una descripción de los artistas especialmente dura. Tinelli fue describida como una mujer espectacular con tatuajes, mientras que Sorokin fue tildado de “escombro”.
La negativa de Sorokin
Según el relato del usuario, Sorokin habría intentado impresionar al camarero mencionando su fama y su número de seguidores. Sin embargo, esto no tuvo ningún efecto y se les pidió que abandonaran el lugar.
Respuesta de Tinelli
Cande Tinelli, por su parte, ha negado estas acusaciones. En sus propias palabras, el restaurante es “el peor sitio de Madrid con la peor atención”. Acusó al propietario de tratar mal a una mujer con un bebé y pidió que se viralizara la “falta de educación” del lugar.
Opinión editorial
Este incidente nos recuerda la importancia de recordar que los famosos también son seres humanos, sujetos a errores y malentendidos. Sin embargo, en este mundo hiperconectado, cualquier incidente puede ser magnificado y distorsionado. La lección aquí es doble: para los famosos, un llamado a la humildad y al respeto por los demás; para nosotros, un recordatorio de no creer todo lo que leemos en las redes sociales.