Brutal agresión a árbitro en partido de baby fútbol por parte de un entrenador
El incidente tuvo lugar en Virrey del Pino, en La Matanza, presenciado por un grupo de niños. El juez fue golpeado de forma escalofriante en el rostro. ¿Cómo reaccionaron los presentes ante este impactante suceso?
Tl;dr
- Un árbitro fue agredido por un entrenador de fútbol infantil.
- El entrenador golpeó al árbitro tras ser expulsado del partido.
- El incidente fue filmado y el agresor fue denunciado.
- No es el primer caso de violencia contra los árbitros en el fútbol.
Una agresión inaceptable en el fútbol infantil
En un incidente alarmante, un árbitro fue brutalmente atacado por un entrenador de fútbol infantil durante un partido que tuvo lugar en Virrey del Pino, en La Matanza. El entrenador, que lidera el equipo Dorrego B, golpeó al árbitro en la cancha de Los Cuervos tras ser expulsado del partido.
El detonante de la violencia
La ira del entrenador fue provocada por el juez que lo expulsó tras un reclamo de falta. Sin dudarlo, el entrenador golpeó salvajemente al árbitro en el rostro, una violencia que ocurrió delante de los niños presentes. El agresor fue posteriormente denunciado y trasladado a la comisaría.
Una tendencia preocupante
Lamentablemente, este no es un incidente aislado. Hace unos meses, otro árbitro fue atacado durante un partido de fútbol en Córdoba. Tras intentar amonestar a un jugador, la situación escaló a una violencia alarmante, que resultó en que el árbitro quedara inconsciente durante varios minutos.
El árbitro, Carlos Saire, fue luego atendido en el Hospital Municipal local y trasladado al centro de salud San José de la Dormida para realizar los estudios correspondientes. Afortunadamente, no presentaba lesiones de gravedad.
Opinión editorial
Estos incidentes destacan la necesidad de una mayor educación y respeto en el deporte. La violencia en el fútbol, especialmente cuando involucra a niños, es inaceptable. Es imperativo que los adultos actúen como modelos a seguir para los jóvenes jugadores, enseñándoles el valor de la deportividad y el respeto. El fútbol debería ser una fuente de alegría y camaradería, no de violencia y miedo.