BioWare estuvo cerca de revivir Dragon Age con un ambicioso proyecto cancelado
BioWare estuvo a punto de desarrollar un proyecto que, de haberse concretado, habría significado el renacimiento de la popular saga Dragon Age, generando expectativas entre los seguidores y planteando nuevas posibilidades para el futuro de la franquicia.
Tl;dr
- Lanzamiento de The Veilguard decepciona a la comunidad.
- Fracaso atribuido a cambios y falta de remakes previos.
- Oportunidad perdida para revitalizar la saga Dragon Age.
Un regreso que no estuvo a la altura
El esperado retorno de la franquicia Dragon Age finalmente se materializó en 2024 con el lanzamiento de The Veilguard. Sin embargo, lejos de reencontrar el fervor perdido durante la última década, el título dejó perplejos tanto a seguidores veteranos como a quienes se aproximaban por primera vez a este universo. Lo cierto es que, tras una ausencia prolongada desde Dragon Age: Inquisition (2014), el público aguardaba una obra capaz de igualar –o incluso superar– los logros pasados. No fue así.
Causas profundas del desencanto
¿Qué factores explican el fiasco? Varios elementos explican esta decisión:
- Cambios artísticos abruptos que rompieron con el legado visual y narrativo característico.
- Desaprovechamiento de personajes emblemáticos y del rico lore construido previamente.
- Aislamiento respecto a las expectativas de los fans y carencia de incentivos para nuevos jugadores.
Desde el primer momento, quedó patente un distanciamiento con las raíces: animaciones renovadas y un tono ajeno al espíritu original provocaron críticas encendidas en foros y redes sociales. La situación se agravó cuando muchos consideraron que partes fundamentales del universo habían sido ignoradas o, peor aún, traicionadas.
La estrategia olvidada: ¿y si hubieran optado por los remakes?
No pocos expertos y voces internas han sugerido que la debacle era evitable. Recientemente, Mark Darrah, uno de los históricos productores de BioWare, desveló que existió una propuesta concreta: modernizar toda la trilogía original mediante un remake completo del primer juego (Origins) y remasters para las siguientes entregas. Curiosamente, iniciativas similares han triunfado en otros títulos icónicos —ahí está el caso del remasterizado The Elder Scrolls IV: Oblivion, o incluso la exitosa colección Mass Effect Legendary Collection, gestionada también por BioWare— lo que evidencia hasta qué punto se perdió una oportunidad relevante.
Reflexión sobre el futuro incierto
Con todo esto sobre la mesa, nada sugiere que EA, casa matriz, vaya a reactivar próximamente la saga ni invertir en proyectos revisionistas. El desconcierto persiste entre quienes soñaban con una nueva era dorada para Dragon Age; hoy predomina más bien una sensación amarga, la de haber dejado pasar una ocasión única para reconciliar generaciones y devolver vitalidad a uno de los universos más celebrados del rol contemporáneo.