Autos 0 km exentos del impuesto automotor: el listado completo
Gradualmente, todos los modelos están siendo excluidos de este gravamen distorsivo. ¿Qué implicaciones crees que esto tendrá en el futuro?
Tl;dr
- Nuevas escalas de impuesto al lujo determinadas el 25 de enero.
- Los autos de más de $19.826.151 y $36.602.126 pagan 20% y 35% de impuesto respectivamente.
- Los vehículos que cuestan menos de $28.200.000 y las pick ups están exentos.
- Las marcas han ajustado sus precios para evitar el impuesto.
Las nuevas escalas del impuesto al lujo
El 25 de enero marcó un hito en el sector automovilístico argentino. A partir de esa fecha, se establecieron las nuevas escalas del impuesto al lujo, lo que llevó a las automotrices a reajustar sus listas de precios. Algunas marcas informaron de inmediato los valores modificados, mientras que otras postergaron la comunicación hasta principios de febrero.
¿Qué vehículos se ven afectados por el impuesto al lujo?
El impuesto al lujo grava en un 20% a los autos cuyo precio de fábrica sea de $19.826.151, y en un 35% a los que superen los $36.602.126. Sin embargo, este tributo solo se aplica a partir de vehículos cuyo valor de venta al público parta de $28.200.000. En ese sentido, todos los modelos que se sitúan por debajo de ese monto están exentos, así como las pick ups, que se consideran vehículos de trabajo.
¿Cómo han reaccionado las marcas al impuesto?
Frente a estas nuevas disposiciones, algunas marcas han reajustado sus precios para evitar el impuesto. Por ejemplo, Toyota ha reacomodado su gama, permitiendo que varios vehículos, como la gama del Yaris Hatchback, Yaris Sedán, Corolla y la versión híbrida del Corolla, queden por fuera del impuesto. Renault, Citroën, Peugeot, Fiat, Jeep, Volkswagen, Nissan y Chevrolet han seguido una estrategia similar.
Algunos modelos no logran escapar al impuesto
No obstante, existen modelos que, a pesar de los ajustes, no han conseguido escapar al impuesto al lujo. Es el caso de tres autos de la marca japonesa Honda comercializados en Argentina: el HR-V, el Z-RV y el C-RV.
Opinión editorial
Si bien el impuesto al lujo busca gravar los bienes de alta gama, su implementación ha generado reacciones variadas en el sector automotriz. Marcar un umbral para el impuesto al lujo puede ser un arma de doble filo. Por un lado, puede incentivar a las automotrices a ofrecer vehículos de calidad a precios competitivos. Pero, por otro lado, puede desincentivar la innovación y la inversión en tecnología de punta. En última instancia, los consumidores son quienes deciden si el precio de un auto justifica su valor.