Andrés Chazarreta: El impulsor de la música folklórica en Buenos Aires
Este santiagueño fue un destacado maestro, recopilador, compositor, guitarrista, violinista y pianista. Su vida ilustra cómo aquellos que alcanzaron grandes alturas han dejado huellas profundas. ¿Qué impacto crees que tuvo en la música?
Tl;dr
- Andrés Chazarreta populariza la música folklórica en Argentina.
- Realiza una labor esencial para la conservación de la música nativa.
- Recopila y transcribe piezas tradicionales en sus viajes por el país.
- Logra introducir la música folklórica en Buenos Aires a pesar de las críticas.
Andrés Chazarreta: el embajador de la música folklórica argentina
En 1906, Andrés Chazarreta desafió la opinión de las autoridades y la clase aristocrática al interpretar públicamente “La Zamba de Vargas” en un teatro de Santiago del Estero. Su amor por la música nativa, que algunos consideraban un «retroceso para la cultura», según Gabriel Maza, desató una revolución cultural que transformó la percepción de la música folklórica en Argentina.
Preservación de la música nativa
Con sus humildes conocimientos de guitarra, Chazarreta comenzó a tocar chacareras, zambas, vidalas y gatos. Viajó por el país como inspector de escuelas, y a través de su contacto con las diversas culturas y ritmos criollos, comprendió su verdadera vocación: preservar la memoria de un repertorio que estaba siendo discriminado.
Durante sus viajes, Chazarreta recogió y transcribió en un pentagrama obras tradicionales que escuchaba, muchas de las cuales eran de autores desconocidos o provenían de la transmisión oral. Este simple acto, revolucionario para la época, permitió que una música cuya raíz podría haber quedado en el olvido, perdurara.
El éxito y la polémica
Chazarreta logró un éxito retumbante en todo el norte de Argentina con su conjunto de arte nativo, compuesto por 35 integrantes, entre ellos la legendaria Patrocinio Díaz. Sin embargo, cuando llegaron a Buenos Aires, un espectador ofendió a Chazarreta por su apariencia. El músico respondió con dignidad desde el escenario, y aunque el espectador logró que no se les permitiera actuar al día siguiente, Chazarreta ya había triunfado.
Incluso en medio de la polémica, Chazarreta nunca dejó de rendir homenaje a su pueblo, fuente de inspiración y de los motivos de sus obras. Recibió el reconocimiento permanente de su gente, y su muerte en 1960 fue profundamente llorada.
Opinión editorial
La historia de Andrés Chazarreta es una lección poderosa sobre el valor de preservar nuestra cultura y tradiciones. Aunque enfrentó críticas y adversidades, nunca dejó que eso nublara su misión. Su legado nos recuerda que la verdadera riqueza de una nación reside en su cultura, y que, como ciudadanos, tenemos la responsabilidad de mantenerla viva.