Ana María Figueroa solicita retomar su cargo como jueza de la Cámara de Casación
Solicitó al Consejo de la Magistratura el pago de su salario retroactivo desde septiembre, tras la orden de la Corte Suprema de abandonar su puesto. ¿Cómo responderá el Consejo a su solicitud?
Tl;dr
- Ana María Figueroa pide volver a su puesto de jueza.
- Alega discriminación de género y acto ilegal por su cese.
- Frustrados intentos del kirchnerismo para mantenerla en el cargo.
- Implicaciones en la causa Hotesur – Los Sauces.
El retorno de Figueroa: Un grito por la justicia
Ana María Figueroa, exjueza de la Cámara Federal de Casación Penal, ha solicitado su reincorporación al cargo que ocupó durante años. Esta reclamación, presentada ante el Consejo de la Magistratura, viene acompañada de una petición de pago retroactivo desde septiembre.
Un desplazamiento ilegal y discriminatorio
Figueroa sostiene que fue víctima de un «acto ilegal» por parte del máximo tribunal, que la dejó cesante al cumplir 75 años, la edad límite para la jubilación de los jueces según la Constitución. Además, alegó discriminación de género y lamentó que su cese se produjera sin obtener el acuerdo del Senado para permanecer en el cargo.
El kirchnerismo y su lucha fallida
El oficialismo intentó, sin éxito, que Figueroa continuara en su cargo en el máximo tribunal penal del país. La exjueza debía tomar decisiones cruciales en casos que involucran a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en la causa Hotesur – Los Sauces. «Se culminó el trámite constitucionalmente previsto y obtuve un nuevo nombramiento para mantenerme en mi función jurisdiccional», aseveró Figueroa.
La causa Hotesur – Los Sauces
La causa Hotesur – Los Sauces investiga una presunta asociación ilícita y lavado de dinero en el alquiler de propiedades y hoteles de la familia Kirchner. Se busca determinar si la Vicepresidenta recibió dinero de las compañías de Lázaro Báez y Cristóbal López como retorno por los negocios que ambos empresarios realizaron con el kirchnerismo.
Opinión editorial
El caso de Figueroa refleja una lucha por la justicia y la equidad de género en el ámbito jurídico. Su reclamo es un grito de resistencia que no solo cuestiona la legalidad de su cese, sino que también pone de manifiesto la discriminación de género que persiste en nuestros tribunales. Este caso puede sentar un precedente importante para las futuras generaciones de mujeres en la judicatura.