Amor eterno desde los 8: encontró a su alma gemela y murió en sus brazos
Néstor e Irina, dos antiguos compañeros de primaria en un colegio de Etcheverry, se reencontraron más de una década después. A pesar de que Irina había rechazado inicialmente su amor, finalmente formaron una pareja y comenzaron a vivir juntos. Tenían el sueño de convertirse en padres, pero una tragedia inesperada alteró su destino. ¿Cómo afectó esta tragedia su relación?
Tl;dr
- Amor infantil se reaviva años después.
- Tragedia separa a la pareja: Néstor muere en un accidente.
- Néstor estaba construyendo una casa para ellos.
- El accidente es investigado como posible homicidio.
Un amor que comenzó en la infancia
“Vas a ser el amor de mi vida”, estas palabras son las que le dijo un Néstor Ain Britte de solo ocho años a Irina Juárez, dos años mayor que él. Un amor infantil que, aunque no prosperó en su momento, se reavivó años después.
Destinos que se cruzan una vez más
Una década después, ambos volvieron a encontrarse. Irina acababa de salir de una relación de ocho años. Sin embargo, la tragedia se encargó de separarlos nuevamente: un brutal accidente que se investiga como posible homicidio terminó con la vida de Néstor, a quien Irina vio morir.
La vida en común: trabajo y convivencia
El camino que los llevó a reencontrarse fue su trabajo en un restaurante de la localidad bonaerense de Etcheverry. La constante interacción y la cercanía que mantenían en el día a día fueron suficientes para que Irina le dijera que “sí” a Néstor.
A medida que la relación avanzaba, Néstor empezó a construir una casa en el terreno donde vive su madre. Irina colaboró en la construcción y juntos habían logrado armar una pequeña cabaña. Sin embargo, la felicidad de la pareja fue efímera debido al trágico accidente que le quitó la vida a Néstor.
El futuro que quedó truncado
La pareja, ya consolidada y con la construcción de la casa avanzando a paso firme, comenzó a soñar con el futuro. “Estábamos intentando tener un hijo, él era el que más quería. Soñábamos con tener una familia”, relató Irina. Pero todos los proyectos y las ilusiones se desvanecieron con la trágica muerte de Néstor.
Opinión editorial
La historia de Néstor e Irina es una triste recordatorio de la fragilidad de la vida. Una vida llena de sueños y esperanzas puede ser arrancada en un instante por circunstancias inesperadas. Nos enseña la importancia de valorar cada momento y a las personas que amamos, porque, como decía Néstor, “Hoy estamos y mañana quién sabe”.