Alerta en la UE: Impacto de las protestas francesas en el acuerdo comercial con Mercosur
La creencia generalizada en Sudamérica es que el acuerdo se firmará en febrero. Bruselas también lo confirma, a pesar de admitir que prestará especial atención a las quejas agrícolas. Esto pone a Macron en una posición delicada. ¿Cómo afectará esto a la relación entre Sudamérica y Francia?
Tl;dr
- Las protestas agrícolas no afectan las negociaciones UE-Mercosur.
- Macron supuestamente pidió cumplimiento de los mismos estándares ambientales.
- La Comisión Europea rechaza la petición de Macron y sigue negociando.
- Las protestas agrícolas en Europa se centran en los subsidios y las normativas ambientales.
Protestas agrícolas y negociaciones comerciales
Las recientes protestas agrícolas masivas que se están produciendo en Francia y que resuenan en otros países europeos como España, Italia, Bélgica y Portugal, no parecen haber afectado, por ahora, las negociaciones en curso para un tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Esta información ha sido confirmada desde fuentes internas de ambas partes.
La postura de Macron y la respuesta de la UE
Según rumores recientes, el presidente francés, Emmanuel Macron, habría solicitado a la Comisión Europea, encargada de las negociaciones con el Mercosur, que se ponga fin a las conversaciones a menos que los agricultores sudamericanos se comprometan a cumplir con los mismos estándares ambientales que Europa. Sin embargo, la Comisión Europea ha desmentido esta versión y ha asegurado que las discusiones continúan y que la UE sigue comprometida con su objetivo de alcanzar un acuerdo que respete sus objetivos de sostenibilidad y sus exigencias en agricultura.
Las demandas del sector agrícola
Las protestas del sector agrícola han estallado en diferentes partes de Francia con demandas que abarcan desde subsidios, presión fiscal, aumento del diésel y la burocracia existente debido a las múltiples medidas de protección y estándares que deben cumplir por regulación de la Unión Europea. “Los reclamos no van dirigidos sólo al gobierno de Macron y se han ido extendiendo a otros países”, afirmó un diplomático europeo.
Opinión editorial
En este escenario, las negociaciones entre la UE y el Mercosur son un barómetro de la capacidad de las naciones para equilibrar los objetivos económicos y ambientales. Es evidente que los estándares ambientales deben ser una preocupación global, pero también es crucial que no se utilicen como una barrera para el comercio. Finalmente, debemos recordar que el comercio no es un juego de suma cero, sino una oportunidad para que todas las partes se beneficien y prosperen juntas.