AFIP simplifica la compraventa de autos usados: el futuro del certificado CETA
El Gobierno ha eliminado la necesidad de presentación requerida para las transferencias de vehículos automotores y motos usadas, con el objetivo de simplificar y agilizar el proceso. ¿Cómo crees que impactará esta medida en las operaciones futuras?
Tl;dr
- AFIP simplifica el trámite de transferencia de vehículos usados.
- Ya no se necesita el certificado CETA para la compraventa.
- La eliminación del trámite permite la modernización del organismo.
- AFIP actualiza los montos mínimos para declarar transferencias.
La AFIP simplifica la transferencia de vehículos usados
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha anunciado una medida significativa para agilizar el proceso de transferencia de vehículos usados. Según esta nueva disposición, los propietarios ya no necesitarán presentar el certificado CETA al vender un vehículo usado.
¿Qué implicaciones tiene la eliminación del certificado CETA?
El Certificado de Transferencia de Automotores (CETA) fue un requisito previo para la transferencia de vehículos automotores y motocicletas usadas. Este documento era completado por el vendedor del vehículo. Sin embargo, con la resolución 5505 de la AFIP, este requisito ha sido derogado, permitiendo la “modernización del organismo a través de herramientas digitales y eliminando regímenes de información innecesarios”.
Actualización de montos mínimos para declarar transferencias
Junto con la simplificación del trámite de transferencia, la AFIP también ha actualizado los montos mínimos que los contribuyentes deben declarar en las operaciones de compraventa o intermediación de vehículos usados. Estos nuevos montos, vigentes desde el 1 de abril, son los siguientes:
- Autos usados: de $1.100.000 a $2.669.276
- Motos usadas: de $450.000 a $1.091.977
- Bienes inmuebles: a $22,8 millones.
Opinión editorial
Esta modernización de los trámites es un importante paso adelante en la agilización de procesos y la eliminación de burocracias innecesarias. La digitalización y simplificación de los procesos no solo alivian la carga de los contribuyentes, sino que también facilitan el trabajo de la AFIP. Sin embargo, es esencial que se implementen mecanismos de control sólidos para garantizar que la eliminación de estos requisitos no dé lugar a prácticas fraudulentas.