Manifestantes prodemocracia tailandeses señalan la fortuna real pese a amenazas de “lesa majestad”
Varios miles de manifestantes prodemocracia tailandeses instaron este miércoles al rey a que renuncie a su control de la fortuna real, avaluada en decenas de miles de millones de dólares, desafiando las amenazas de eventuales procesos por el delito de lesa majestad que podrían sufrir varios líderes del movimiento.
Doce activistas fueron citados por la policía y podrían ser acusados por este delito, algo sin precedentes desde el comienzo de las protestas que prosiguieron este miércoles en Bangkok denunciando la opacidad de las finanzas reales.
La ley de lesa majestad, una de las más severas del mundo, castiga con hasta 15 años de prisión cualquier insulto, crítica o difamación al rey o a cualquier miembro de su familia. Desde 2018 no se ha recurrido a ella.
El artículo 112 (delito de lesa majestad) “no nos va a parar. Resistiremos hasta ganar”, afirmó a la AFP una panadera de 34 años, antes que la muchedumbre se dispersara en calma.
Los manifestantes piden la renuncia del primer ministro, el general Prayut Chan-O-Cha, en el poder desde el golpe de Estado de 2014, una enmienda de la Constitución que consideran demasiado favorable al ejército, la abolición del artículo 112 y un control sobre las finanzas reales.
El movimiento prodemocracia había previsto marchar este miércoles hacia el Crown Property Bureau (CPB), que administra la fortuna real.
Pero, para evitar eventuales enfrentamientos con los ultramonárquicos, al final decidió congregarse ante las oficinas del Siam Commercial Bank, uno de los mayores bancos del reino y del cual el rey, a título personal, es uno de los principales accionistas.
En 2017, el rey Maha Vajiralongkorn hizo adoptar una ley que le da poder absoluto sobre el CPB.
Antes, el ministro de Finanzas se sentaba en el consejo, un gesto con el que se pretendía hacer creer que el gobierno lo controlaba.
El CPB, que tiene ramificaciones en la construcción, banca, química, seguros y sector inmobiliario, no está obligado a publicar sus cuentas, pero los analistas estiman que administra entre 30.000 y 60.0000 millones de dólares en activos, lo que convierte a la monarquía tailandesa en una de las más ricas del mundo.
Tensión en aumento
Tras cuatro meses de protestas, la tensión aumenta en Tailandia.
La semana pasada la policía recurrió a cañones de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes. Seis personas resultaron heridas por disparos de bala, cuyo origen no ha sido definido.
La respuesta de la autoridades también tiene lugar en el frente judicial.
Desde la primera concentración, el 18 de julio, al menos 174 personas han sido acusadas de “participación ilegal en una manifestación” y unas 46 acusadas de “sedición”, delito que puede acarrear siete años de cárcel, según la asociación de abogados tailandeses.
Avalamos “el derecho de la gente a manifestarse pacíficamente, pero cada vez más nos preocupan los intentos de socavar al Estado de derecho”, indicó a la AFP el portavoz del gobierno, Anucha Burapachaisri, quien advirtió que se harán cumplir las leyes.
Varias decenas de oenegés se han hecho escuchar para protestar contra el tratamiento de esta crisis inédita en este reino, en el cual la monarquía ha sido durante mucho tiempo un tema por completo tabú.
“Nadie debería ser detenido o encarcelado simplemente por criticar a los dirigentes o a un régimen político”, reaccionó la abogada defensora de los derechos humanos libanesa-británica Amal Clooney.
En el trono desde 2016, Vajiralongkorn (conocido también como Rama X), es una personalidad imprevisible y controvertida, y sus frecuentes estancias en Alemania provocan muchas preguntas.
Tras volver a Tailandia hace algunas semanas, no ha cesado de multiplicar sus expresiones de “amor” haciaa los tailandeses.