Riesgo país rompe la barrera de los 1000 puntos: claves para mantener la tendencia descendente

El indicador sirve como guía para los inversores al medir la discrepancia entre la tasa de los bonos del Tesoro de EE.UU. y las deudas emitidas por países emergentes. ¿Cómo podría esto influir en la reacción del mercado en el futuro?

Una señal de alivio financiero para Argentina

Octubre marcó un hito en la economía argentina. La deuda en dólares del país experimentó una apreciación significativa, con ganancias promedio del 13%. Este repunte ha permitido que el riesgo país, un indicador que mide el costo de financiamiento para Argentina en el exterior, rompa la barrera de los 1000 puntos por primera vez desde antes de las PASO de 2019.

Factores que contribuyen a la reducción del riesgo país

Este cambio positivo ha generado expectativas entre los inversores y ha sido interpretado como una posible señal de alivio en medio de un contexto económico complejo. Sin embargo, los factores detrás de esta reducción del riesgo país, tanto internos como externos, merecen un análisis detallado:

• El acercamiento del Gobierno con el FMI.
• Los anuncios de financiamiento externo.
• La evitación de sanciones por parte del GAFI por el manejo de Argentina ante el lavado de dinero.

«Octubre viene mostrando un resultado mejor de lo esperado en materia cambiaria, con compras del BCRA por US$1053 millones en el mercado de cambios», señaló GMA Capital.

La importancia de una baja en el riesgo país

La disminución del riesgo país tiene un impacto tanto simbólico como práctico para la economía argentina. Desde un punto de vista práctico, un riesgo país por debajo de los 1000 puntos reduce el costo de financiamiento externo, permitiendo al Estado y a las empresas acceder a crédito a tasas más bajas. Esto es crucial, especialmente en un contexto donde la Argentina enfrenta grandes vencimientos de deuda y necesita financiamiento para impulsar el crecimiento económico.

Acuerdos y expectativas financieras

En el horizonte se perfilan acuerdos financieros que podrían contribuir a la estabilidad económica de Argentina en el corto y mediano plazo. La reciente firma de acuerdos por US$8800 millones con el Banco Mundial y el BID destinados tanto al sector público como al privado promete reforzar el flujo de divisas. Además, persisten las especulaciones en torno a un posible acuerdo REPO por US$2700 millones, que proporcionaría al Tesoro o al BCRA los recursos necesarios para hacer frente a vencimientos de deuda en enero.

La sostenibilidad de esta tendencia dependerá en gran medida de la política económica local, especialmente en lo que respecta al control de la inflación, la administración del tipo de cambio y la capacidad de pago de la deuda. Mientras se mantenga la estabilidad cambiaria y se consolide el financiamiento externo, Argentina podría aprovechar esta oportunidad para reducir sus niveles de endeudamiento y fomentar un crecimiento más sólido y sostenido.