Recuperó el auto soñado de su padre y lo restauró: ‘Al subir, siento su presencia’
Julio ha logrado recuperar un fragmento de su padre a través del Falcon, su sueño en vida. Le confesó a TN que lo cuida igual que lo hacía su padre y busca replicar los viajes familiares de su infancia. ¿Podrá Julio mantener viva esta tradición?
Tl;dr
- Julio Del Carlo encuentra el auto que su padre siempre soñó.
- Después de 15 años, Julio restaura el Ford Falcon de su padre.
- El auto simboliza el legado de su padre y su amor por los autos.
- Julio se siente más cerca de su padre gracias al auto.
La búsqueda de una herencia sentimental
El amor por los autos puede heredarse. Así lo demostró Julio Del Carlo, un cordobés que tras 15 años de búsqueda, logró encontrar el Ford Falcon que su padre, Ricardo, siempre soñó tener. Pero no fue suficiente con encontrarlo, Julio decidió restaurarlo para honrar a su padre y mantener viva su memoria.
Un sueño hecho realidad
Ricardo, fallecido en 1997, siempre soñó con tener un Ford Falcon. Un sueño que logró cumplir gracias a una rifa, pero que tuvo que abandonar por problemas de salud y económicos. «Lo vendió en el ’87 por cuestiones económicas y porque estaba enfermo», recordó Julio.
Después de 15 años de perder el rastro del vehículo, Julio decidió buscarlo. Aunque el panorama no era alentador, logró dar con el auto. Sin embargo, estaba en un estado deplorable. A pesar de ello, Julio no se detuvo y decidió comprarlo, incluso a un precio mayor de su valor real.
El legado de un padre en cuatro ruedas
Julio no sólo vio al vehículo como un auto, sino como un «pedacito de su papá». Por ello, decidió restaurarlo. Un proceso que pensó que le llevaría unos meses, pero que terminó durando alrededor de 8 años. «Lo tengo guardado en el garaje y lo uso para salir a pasear, lo trato como un hijo más como lo trataba mi papá», dijo Julio.
Para Julio, el auto no es solo un medio de transporte, sino una manera de mantener viva la memoria de su padre. Con cada viaje, siente que está compartiendo un momento con él. «Para mí es entrar al garaje y volver a estar un tiempo con él. Es no dejar morir su legado y que mis hijos puedan conocer un poco quién fue su abuelo, que no llegaron a conocerlo en vida», concluyó.
Opinión editorial
La historia de Julio es un hermoso recordatorio de cómo los objetos pueden convertirse en símbolos de amor y recuerdo. A través de la restauración de este auto, Julio no solo revive la pasión de su padre por los autos, sino que también demuestra el poder de la perseverancia y el amor filial. En cada pieza restaurada, en cada viaje que realiza, Julio mantiene viva la memoria de su padre, demostrando que el amor trasciende el tiempo y la ausencia.