Médico agredido por trapitos en Flores confiesa su temor: ‘Es una locura vivir así’

El médico que fue brutalmente atacado por un grupo de "trapitos" en Flores rompe su silencio: confiesa que vive en constante temor y describe la situación como una locura insostenible.
Tl;dr
- Un médico fue atacado brutalmente por un grupo de «trapitos».
- El médico se defendió y resultó herido, el incidente fue grabado por cámaras de seguridad.
- La policía fue llamada, pero los atacantes no fueron encontrados.
Un ataque sorpresa en plena luz del día
En un incidente impactante, un médico fue víctimado por un grupo de personas, conocidas como «trapitos», en una violenta agresión en el barrio de Flores. Aún «conmocionado» por el traumático suceso, el médico relató los hechos con asombro y desesperación.
De la ayuda a la autodefensa
«Estoy para ayudar a la gente», afirmó el médico, quien nunca imagine verse forzado a «agarrar a trompadas para salvarte la vida». Después de estacionar su auto, fue inmediatamente confrontado por uno de los «trapitos», quien exigió dinero. Sin efectivo a mano, la situación se puso violenta rápidamente.
Un encuentro que se convirtió en pesadilla
El agresor le exigió $5000 y lo amenazó con destrozar su auto y atentar contra su vida. Al verse acosado, el médico se vio obligado a defenderse cuando el atacante se abalanzó sobre él con una tabla, resultando en lesiones en la cara, la boca y la pera. Su situación empeoró cuando más «trapitos» se unieron al ataque, rodeándolo y golpeándolo desde diferentes ángulos.
A pesar de sus intentos de defenderse, el médico no pudo evitar sufrir cortes en los brazos y las manos con otro objeto punzante. «Soy médico, no peleador callejero. Me defendí como pude», insistió, pero se encontraba en desventaja.
Un clamor desesperado por ayuda
La escena fue captada por una cámara de seguridad, mostrando cómo otros «trapitos» y varias mujeres, posiblemente familia de los atacantes, también se unieron a rodearlo. Testigos del incidente llamaron al 911 y la esposa del médico, que se encontraba a 100 metros de distancia, también corrió hacia la escena. Sin embargo, cuando llegó la policía, los atacantes ya se habían dispersado y no pudieron ser encontrados.
En medio de la incertidumbre y el miedo, el médico reflexionó sobre la terrible experiencia, lamentando el hecho de tener que luchar físicamente para proteger su vida. «Es una locura esto que tengamos que vivir de esta manera», concluyó.