¿Mañana o noche?: La ciencia revela el momento ideal para bañarse
Los especialistas han desvelado las ventajas de ducharse y el mejor momento del día para hacerlo. ¿Quieres saber cuándo es el momento ideal para darte una ducha y por qué?
Tl;dr
- La ducha diaria tiene ventajas tanto matutinas como nocturnas.
- La temperatura del agua influye en el sueño y el bienestar físico.
- La ducha con agua caliente o fría tiene diferentes beneficios.
El arte de ducharse: ¿Cuándo y cómo?
La ducha diaria es una actividad que forma parte de nuestras rutinas, pero ¿somos conscientes de las implicaciones que puede tener en nuestro bienestar? Algunos adoptan la costumbre de ducharse al amanecer, otros, en cambio, prefieren hacerlo al final del día. Pero más allá de las preferencias personales y la disponibilidad de tiempo, ¿cuáles son los beneficios de cada opción?
Despertar o relajarse: ventajas de cada horario
Las primeras horas del día parecen ser un buen momento para ducharse. Según la ciencia, la ducha matutina nos ayuda a despertar, a estar más activos y a eliminar los residuos que nuestro cuerpo ha acumulado durante la noche. Pero si eres de los que prefieres ducharte por la noche, también hay beneficios para ti: la ducha puede aliviar el estrés y la tensión muscular acumulada durante el día, y si es tibia, puede ayudarte a regular la temperatura corporal y favorecer el sueño.
Temperatura del agua: un factor clave
Pero no sólo importa cuándo nos duchamos, también «cómo». Un estudio publicado en Journal of Physiological Anthropology ha analizado los efectos que los cambios de temperatura corporal producidos por un baño pueden tener en nuestro sueño. La investigación concluyó que cuando el baño causa un aumento de 0,9ºC en la temperatura sublingual, parece ayudar a conciliar el sueño y mejorar su calidad, ya que provoca que la temperatura corporal disminuya antes de dormir.
Agua fría vs Agua caliente
Además, según la Sleep Foundation estadounidense, la temperatura del agua de la ducha puede tener diferentes efectos sobre nuestro cuerpo. Aquí algunos de ellos:
- Con agua fría: activa el estado de alerta, mejora la circulación y eleva los niveles de dopamina.
- Con agua caliente: reduce la presión arterial, ayuda a conciliar el sueño mejor y mejora la calidad del sueño.
En resumen, tanto el momento de la ducha como la temperatura del agua pueden tener un gran impacto en nuestro bienestar. Así que, la próxima vez que abras el grifo, tenlo en cuenta. Tu cuerpo te lo agradecerá.