La Nena: la revolucionaria sit-com de los 60 que marcó la televisión argentina
Tl;dr
Un hito en la televisión argentina
En un tiempo en que la Argentina aún no conocía el concepto de sit-com, el Canal 13 de Goar Mestre ya había presentado varias comedias de situaciones de media hora de duración en horario nocturno. Entre ellas, se destacaba La Nena, un programa que marcó un hito en la televisión local.
El origen de La Nena
La idea de La Nena fue propuesta por Jorge Ignacio Vaillant, cubano y ejecutivo de la emisora, inspirado por el programa estadounidense La Pequeña Margarita. El concepto fue llevado a la realidad por la directora María Inés Andrés y el escritor Salvador Pocho Ottobre, entre otros guionistas destacados.
La trama giraba en torno a la adolescente Margarita, interpretada por Marilina Ross, y su relación con su padre viudo, Jerónimo Reyes, un personaje siempre elegante encarnado por Osvaldo Miranda. La Nena era una fuente constante de travesuras que, sin embargo, siempre terminaban resolviéndose al final de cada episodio.
Un éxito perdurable
La Nena se convirtió en uno de los grandes éxitos de 1965 y permaneció en antena durante cinco años. Durante ese tiempo, la programación de Canal 13 se producía en sus propios estudios, por lo que La Nena formaba parte de un importante tejido de ciclos ficcionales.
Pero como suele suceder con los grandes éxitos, La Nena no quedó en el pasado. En 1995, se realizó una nueva versión del programa, con cambios significativos en la trama y en los personajes para adaptarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, esta versión no consiguió el mismo éxito que su predecesora.
Opinión editorial
La Nena es, sin duda, un ejemplo de cómo un formato televisivo puede captar la esencia de una época y convertirse en un hito cultural. Sin embargo, también muestra que no siempre es posible replicar el éxito de una fórmula, especialmente cuando los tiempos han cambiado tanto. Es una lección valiosa para los creadores de contenido de hoy: es importante capturar el espíritu de los tiempos, pero también innovar y adaptarse a la evolución de la sociedad.