Federación Agraria cuestiona la Ley de Tierras como motor de inversiones en el sector
El presidente Javier Milei ha emitido un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), provocando preocupación en la entidad que forma parte de la mesa de enlace por las modificaciones sugeridas. ¿Cómo afectarán estos cambios propuestos?
Tl;dr
FAA se opone a la derogación de la Ley de Tierras
La Federación Agraria Argentina (FAA) ha expresado su profundo desacuerdo con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) propuesto por el presidente Javier Milei. El decreto busca la abolición de la Ley de Tierras, un movimiento que la FAA considera contraproducente para el fomento de inversiones en el sector agrícola.
El debate sobre la propiedad de la tierra
El sector agrícola argentino se encuentra en medio de una creciente tensión y debate. Las decisiones del gobierno y la reacción de las entidades agrícolas están definiendo el futuro de las políticas que afectan directamente al sector. La Ley de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de Tierras establece restricciones específicas sobre la tenencia de tierras por parte de extranjeros en Argentina. Según la ley, no más del 15% de los territorios rurales del país pueden estar en manos de personas de nacionalidad extranjera.
La posición de la FAA
La FAA ha expresado su oposición a la derogación de la Ley de Tierras, argumentando que eliminar las restricciones pondría en riesgo la supervivencia de los productores locales y la soberanía sobre los recursos naturales. Además, ha instado a un aumento en las retenciones, sosteniendo que el sector agrícola ha contribuido significativamente a través de estos gravámenes. La FAA también ha criticado el DNU, subrayando la importancia del respeto irrestricto a la división de poderes y al sistema de frenos y contrapesos establecido por la Constitución Nacional.
Opinión editorial
El debate sobre la propiedad de la tierra en Argentina es una cuestión de suma importancia. La FAA tiene razón al argumentar que las decisiones que afectan profundamente la vida social, productiva, económica y cultural de los argentinos deben ser debatidas en el Congreso. Sin embargo, es crucial encontrar un equilibrio entre el fomento de las inversiones y la protección de los productores locales y los recursos naturales.