Evita el pollo seco a la parrilla sin manteca ni chimichurri: descubre el truco
Descubre este sencillo procedimiento para conseguir un pollo más delicioso y jugoso que nunca antes. ¿Estás preparado para elevar tus habilidades culinarias al siguiente nivel?
Tl;dr
- El pollo a la parrilla puede salir seco si no se cocina correctamente.
- Existen trucos para evitar que el pollo se seque, como marinarlo, controlar su grosor y no sobrecocinarlo.
- Se pueden usar otros métodos para mantener el pollo jugoso, como usar agua o caldo durante la cocción y dejarlo reposar después de cocinar.
El arte de cocinar pollo a la parrilla
El pollo a la parrilla es un plato que, bien preparado, puede convertirse en el protagonista de una comida saludable y deliciosa. Sin embargo, un error común en su preparación puede resultar en un pollo seco y poco sabroso. Aquí te presentamos algunos consejos para cocinar un pollo a la parrilla jugoso y lleno de sabor.
La importancia de la marinada
El primer paso para lograr un pollo jugoso es «marinar previamente». Una buena marinada no solo ayuda a mantener el pollo húmedo, sino que también le aporta sabor. Para ello, puedes utilizar:
- Ácidos como limón o vinagre, que suavizan la carne.
- Hierbas y especias como romero, tomillo y ajo.
- Líquidos como yogur, leche o jugo de naranja, que retienen la humedad.
Deja reposar el pollo marinado entre 1 y 4 horas en la nevera antes de cocinarlo.
Controlar el grosor y la cocción
El siguiente paso es «controlar el grosor del pollo». Si los cortes son muy gruesos, se cocinarán de forma desigual y tenderán a secarse. Un truco es golpear ligeramente las pechugas o el pollo entero para uniformar su grosor.
Otro aspecto clave es evitar «sobrecocinar» el pollo. Cocínalo a fuego medio, dándole la vuelta con frecuencia. Si es posible, utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que el interior alcance los 74°C, que es la temperatura ideal para que el pollo esté cocido pero jugoso.
Trucos extra para un pollo jugoso
Durante la cocción, pincela el pollo con un poco de agua o caldo de pollo. Este es un truco que mantiene la superficie hidratada sin necesidad de grasa. Por último, pero no menos importante, es fundamental «dejar reposar» el pollo después de cocinarlo. Antes de cortarlo, déjalo reposar unos minutos para permitir que los jugos se redistribuyan dentro de la carne y evitar que se escapen al cortarlo. Con estos consejos, te aseguramos que conseguirás un pollo a la parrilla sabroso y jugoso.