Descubre los secretos de Enzo Fernández para preparar sorrentinos perfectos
A las puertas de su debut en la Copa América, el futbolista de la selección argentina solicita este platillo como talismán. ¿Quieres saber cuál es ese plato que le trae suerte?
Tl;dr
- Enzo Fernández come sorrentinos antes de cada partido.
- Los sorrentinos son un plato de pasta argentina, no italiana.
- La receta clásica lleva jamón y queso.
- Se pueden acompañar con diversas salsas.
El ‘secreto’ de Enzo Fernández: Los sorrentinos
El jugador de la selección argentina, Enzo Fernández, tiene un ritual gastronómico antes de cada encuentro deportivo. No es una receta exótica ni una costosa delicatessen. Se trata de los sorrentinos, un plato de pasta más argentino que el dulce de leche.
Roberto Ortiz, su cocinero personal, ha revelado que prepara estos sorrentinos de jamón y queso para Fernández cada noche. Este plato se ha convertido en un talismán para el jugador, quien lo considera su favorito desde sus días en Defensa y Justicia.
Los sorrentinos: una creación marplatense
A pesar de su nombre, que podría sugerir una conexión con la ciudad de Sorrento en Italia, los sorrentinos son «más argentinos que el dulce de leche». Su origen se atribuye a la Trattoria Napolitana Véspoli de Mar del Plata. Esta trattoria fue una de las primeras en ofrecer sorrentinos en su menú, logrando popularizar el plato gracias a la calidad y singularidad de su preparación.
La receta clásica de los sorrentinos
Los sorrentinos clásicos son de jamón y queso, aunque también se pueden añadir otros ingredientes como la ricotta. Se pueden acompañar con diversas salsas, como la Salsa Fileto, Salsa Blanca, Salsa Rosa, Salsa de Hongos o Pesto.
Opinión editorial
Es interesante ver cómo un plato tan sencillo y tradicional puede convertirse en un elemento tan crucial para un deportista de alto nivel como Enzo Fernández. Los sorrentinos, con su sabor casero y su versatilidad, demuestran que la «comida de la abuela» puede ser tan poderosa como cualquier suplemento deportivo. Además, este caso nos recuerda la importancia de nuestras raíces y tradiciones gastronómicas, que son capaces de cruzar fronteras y conquistar paladares en todo el mundo.