De contratista rural a vivir su sueño a los 26 años: ‘Aprendí a ganar mis propias cosas’
Joel, famoso en Río Cuarto por sus "inventos caseros" para optimizar la maquinaria agrícola, logró establecer su propia empresa. Le confesó a TN que nunca hay que rendirse. ¿Qué invento crees que fue el más innovador?
Tl;dr
- Joel Príncipe, apodado «Da Vinci cordobés», transforma maquinarias obsoletas en automatizadas y crea soluciones innovadoras en el campo de la robótica.
- A sus 26 años, logró independizarse profesionalmente, representando una marca líder de agricultura de precisión y trabajando en motores eléctricos.
- A pesar de las dificultades, incluyendo la pandemia, Joel persevera y anima a otros a seguir sus pasiones y a no tener miedo de los desafíos.
El ‘Da Vinci cordobés’: de chatarra a robótica
Joel Príncipe, un joven de Río Cuarto, ha demostrado que la creatividad puede ser el recurso más valioso. Conocido como el «Da Vinci cordobés», ha utilizado su ingenio para transformar máquinas consideradas obsoletas en dispositivos automatizados, e incluso ha diseñado un alcoholímetro que bloquea el arranque de un motor si el conductor da positivo.
Un camino hacia la independencia
A pesar de sus humildes comienzos como contratista rural con su familia, Joel siempre tuvo un interés en la robótica. Tras obtener su título de técnico electrónico, comenzó a seguir sus sueños. Hoy, a los 26 años, es un profesional independiente. Tal es su éxito que está considerando contratar personal para ayudarle con su creciente carga de trabajo.
«Mis viejos me enseñaron a ganarme las cosas», dice Joel. Aunque disfruta de su independencia, también se enorgullece de poder ofrecer un servicio que beneficia tanto técnicamente como económicamente a los productores. Al equipar máquinas con tecnología avanzada, Joel ha permitido a los productores ahorrar hasta 300 dólares por hectárea en insumos.
Superando desafíos y mirando hacia el futuro
Aunque Joel ha enfrentado momentos difíciles, incluyendo los desafíos de la pandemia, se mantiene positivo y resuelto. «La clave es no bajar los brazos», afirma.
Consciente de que todavía tiene mucho que aprender, Joel se muestra entusiasmado por las oportunidades que se le presentan. «Cada vez se abren más puertas», dice. Aunque a veces se siente abrumado por el trabajo, está considerando expandir su equipo, pero con cautela.
Joel está convencido de que seguir su pasión es la clave del éxito. «Si te apasiona lo que estás haciendo, no hay modo que te vaya mal», concluye, alentando a otros a perseguir sus sueños y a no temer a los desafíos.