«¡Buenas Tardes, Mucho Gusto!» – El primer programa «valioso» de la televisión argentina.
Annamaría Muchnik, la icónica presentadora, quedó inmortalizada en el inconsciente colectivo debido a su papel en las tardes de una era particular. Su imagen se asocia irremediablemente con cualquier recuerdo de ese ciclo. ¿Recuerdas algún episodio en particular?
Tl;dr
- «Buenas tardes, mucho gusto» fue un famoso magazine televisivo argentino.
- El programa fue emitido durante 22 años entre Canal 13 y Canal 9.
- El show presentaba varias secciones útiles dirigidas principalmente a las amas de casa.
- El programa terminó en 1982 debido a la prohibición de coproducciones.
Un pionero de la televisión argentina
Durante más de dos décadas, el magazine femenino «Buenas tardes, mucho gusto» fue una referencia en la televisión argentina. Este programa, que estuvo en el aire durante 22 años, dividió su tiempo entre Canal 13 y Canal 9. Fue una coproducción entre Teleprogramas Argentinos, liderada por Pedro Muchnik, y las mencionadas emisoras.
Un formato que marcó una época
Este ciclo, que debutó el 3 de octubre de 1960, se destacó por «ser el primer programa útil de la televisión argentina». Tenía una variedad de conductoras, entre las que se destacan Annamaría Muchnik, Canela, Elsa San Martín y Delfy de Ortega. Cada uno de ellos aportó su propio estilo y personalidad al programa.
Secciones que marcaron a la audiencia
El formato del programa incluía secciones como cocina, gimnasia, medicina, psicología, nutrición, belleza, tejido y una sección llamada «Pantalla Gigante». Cada segmento estaba diseñado para ser útil y educativo para la audiencia, en su mayoría amas de casa.
El fin de una era
El 31 de marzo de 1982, «Buenas tardes, mucho gusto» se despidió de la televisión argentina. Una autoridad militar de la emisora prohibió las coproducciones, y Pedro Muchnik decidió no continuar con el programa. Así terminaron los 22 años ininterrumpidos de un estilo y un género que hizo historia.
Opinión editorial
«Buenas tardes, mucho gusto» fue más que un simple programa de televisión. Fue un punto de encuentro, un espacio de aprendizaje y una fuente de entretenimiento para miles de personas. Su final marcó el fin de una era, pero su legado perdura en la memoria colectiva argentina. Este programa demostró la importancia de ofrecer contenido que sea tanto informativo como entretenido, una lección que todavía resuena en la industria televisiva de hoy.