Argentinos en Buzios tras el asesinato de Florencia Aranguren: ‘No es un paraíso para las mujeres’
El asesinato de Florencia Aranguren, que tuvo lugar el miércoles, ha despertado una serie de cuestionamientos sobre la violencia de género y la creciente inseguridad en Brasil. ¿Cuándo se tomarán medidas efectivas para abordar estos problemas?
Tl;dr
- Florencia Aranguren, trapecista argentina, asesinada en Buzios.
- Tercera argentina asesinada en un año y medio.
- Femicidios y violencia de género aumentan en Buzios.
- Los esfuerzos del Gobierno para abordar la violencia de género son insuficientes.
Un paraíso convertido en pesadilla
Buzios, una ciudad paradisíaca en Brasil, se ha convertido en una pesadilla para las mujeres, especialmente las argentinas. Florencia Aranguren, una trapecista argentina de 30 años, fue asesinada a puñaladas en la playa de Buzios, marcando el tercer asesinato de una argentina en poco más de un año y medio.
Una lucha por la seguridad y la justicia
Las residentes argentinas de Buzios, lideradas por Lucía, quien ha vivido allí durante 11 años, están luchando por la justicia. Se han movilizado para pedir seguridad, pero sus esfuerzos han sido en vano. A pesar de la apertura de la «Sala Lilas», una entidad dedicada a la violencia de género, y del trabajo de la Secretaría de la Mujer, las respuestas del Gobierno han sido «escasas, por no decir nulas».
La creciente violencia de género en Buzios
La violencia de género no se limita a los asesinatos. Según Lucía, las mujeres son acosadas y perseguidas en las calles de Buzios. «Es un paraíso, pero no para todos. Y mucho menos para las mujeres», dijo Lucía. En este contexto, la frase «los presos entran y salen» adquiere un significado escalofriante, con el principal sospechoso del asesinato de Florencia Aranguren teniendo antecedentes penales por hurto y lesiones corporales.
Opinión editorial
Es desgarrador y alarmante ver cómo un paraíso se ha convertido en un infierno para las mujeres. La violencia de género no debe ser una realidad en ningún lugar, y mucho menos en un sitio que se supone que es un refugio de paz y belleza. Es imperativo que las autoridades enfrenten esta crisis con acciones concretas y eficaces, no sólo con palabras. Las mujeres merecen vivir libres de miedo, en Buzios y en cualquier lugar del mundo.