Alberto Castillo: La voz única que divide entre admiradores apasionados y críticos feroces

Alberto Salvador de Luca, conocido médico que se convirtió en un prolífico artista, filmó 18 películas y grabó más de 300 discos. Su carrera refleja la pasión imparable de quien nace para cantar. ¿Podrías vivir en una jaula si fueras un cantante nato?

Alberto Castillo: audacia y originalidad

Alberto Castillo, con sus 79 años, impresionó a todos cuando grabó un candombe vibrante y bullicioso, «Siga el Baile», con los «Auténticos Decadentes». Este acto fue una demostración de su carácter audaz y su don para la música.

Estilo único en el escenario

Castillo revolucionó las tradiciones de los cantantes que lo precedieron. Abandonó la postura estática para moverse constantemente en el escenario, se inclinaba frente al micrófono y colocaba su mano derecha cerca de sus labios. Siempre lucía su camisa desabrochada y su corbata suelta, características que se convirtieron en su marca personal.

Legado de un transgresor

Además de ser conocido por su voz única y su vestimenta extravagante, Castillo tuvo la valentía de ser diferente. «No se pareció vocalmente a nadie, no tuvo herencia ni dejó herederos». Fue un cantante con un registro de tenor muy afinado y un repertorio quizás repetitivo, pero siempre con la complicidad de su público.

A través de sus logros y su vida personal, Castillo demostró ser un hombre de fortaleza y resiliencia. A pesar de su alegría constante, «una gran tristeza me invade muchas veces, aunque solamente en la soledad de mi dormitorio. Por la muerte de mi esposa Ofelia, la única mujer que quise», confesó alguna vez.

Alberto Castillo, sin duda, dejó un legado duradero en la música. Su vida estuvo llena de triunfos y desafíos, y a pesar de la tristeza que experimentó, siempre se mantuvo firme y alegre.